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Los 60:
Periodismo y "cartografías" de la violencia urbana

El Frente Nacional fue un acuerdo entre el Partido Liberal y el Partido Conservador que puso fin a la violencia bipartidista pero no pudo contener nuevos ciclos de violencia, como el que se dio con el surgimiento de insurgencias en el campo, que marcharon al compás de la revolución cubana y la guerra fría, y otra violencia de delitos y crímenes diarios en ciudades cada vez más pobladas. Los medios informaron con detalle la operación de bandas, los robos y asesinatos, así surgió un género que se consolidó a lo largo de esta década: la crónica roja. También la sátira y el humor aparecieron en la radio para informar sobre el acontecer político nacional.

¿Informar sobre la violencia?

Octubre de 1963

En 1963, funcionarios del gobierno se reunieron con 39 representantes de medios de comunicación y debatieron sobre cómo debían informar lo que ocurría en el país. Creían que las decisiones editoriales mitigarían la violencia creciente luego del primer mandato del Frente Nacional.

Estipularon quince pautas para periodistas, editores y trabajadores de los medios de comunicación. Algunos de los puntos acordados fueron: “evitar toda polémica sobre las responsabilidades que en la violencia hayan tenido los partidos políticos” y “no asignarles ningún rótulo político a los victimarios ni a las víctimas”.

Solo Flavio de Castro, director del diario Tribuna (de Ibagué), y quien había asumido el cargo después del asesinato de Héctor Echeverry, se negó a firmar las pautas, considerando que esta medida no disminuiría la violencia.

Fotografía del archivo de El Tiempo del 4 de octubre de 1962.

Sanción al humor en la radio

La censura pasó de las imprentas a las cadenas radiales y el humor también fue silenciado. Humberto Martínez Salcedo, conocido como ‘El maistro Salustiano Tapias’, dirigió varios programas radiales durante la década. Fue el creador de Manolo Corcho, un guardia de seguridad conocido como ‘El Corcho’.

Sin derecho a responder o exigir explicaciones, los programas de Martínez Salcedo fueron suspendidos, multados o cancelados, así les cambiara el nombre o la frecuencia. Debido a eso, en los sesentas tuvo tres programas: El Duende, La Tapa y El Pereque, que era el más escuchado en Bogotá. El entonces presidente Guillermo León Valencia –—uno de los personajes de quien se burló el humorista—– sancionó a Radio Santa Fe por “irrespeto a la dignidad presidencial”.

‘El maistro Salustiano’ fue señalado por sus comentarios mordaces e inteligentes contra el gobierno de turno, los banqueros o empresarios. Sus imitaciones lo pusieron en el foco de los poderosos. Martínez Salcedo fue uno de los pioneros del humor radial en el país y censurado por cuatro presidentes.

Lenguaje periodístico ¿o institucional?

En los setenta se hizo común leer términos como “antisociales”, “forajidos” o “compañeros de fechorías”. Todos eran usados para señalar a grupos insurgentes y, de paso, favorecer la imagen de instituciones como el Ejército. La narrativa oficial permeó a la prensa.

La operación ‘Marquetalia’ o ‘Soberanía’ fue prueba de ello. El 15 de julio de 1964, Jaime Sotomayor, reportero de El Espectador, relató esta jornada liderada por el Ejército contra las FARC asentada en la zona. Su artículo, titulado “Los bandoleros están cercados por las FF.AA”, asimilaba a los bandoleros con los guerrilleros. Con el uso de estos términos se desconocía el carácter político de algunos grupos, y se evidenciaba la importancia del lenguaje para referirse al conflicto y las operaciones militares.

Cierre de Voz de la Democracia

1964

Guillermo León Valencia, segundo presidente del Frente Nacional, decidió cerrar el periódico Voz Proletaria por denunciar ataques a regiones agrarias y el Plan Lazo. La operación militar, auspiciada por John F. Kennedy, pretendía irrumpir en Marquetalia y erradicar las 16 “repúblicas independientes”, un término de Álvaro Gómez Hurtado.

Voz de la Democracia fue fundado el 20 de julio de 1957 por el Partido Comunista, que se convirtió en un partido legal con el fin de la dictadura de Rojas Pinilla.

El cierre duró una semana, ya que el medio cambió de director y de nombre a La Voz Proletaria. El ‘nuevo periódico’ se concentró en las huelgas y las luchas sociales.

Pieza creada por el equipo de la FLIP.

Delimitación de la crónica roja

11 de mayo de 1967

El 17 de junio de 1967, se llevó a cabo un encuentro en Barranquilla con representantes de los medios y del Gobierno, cuyo propósito era formalizar la decisión y realizar una mejor curaduría de las crónicas y contenidos periodísticos. Sin embargo, la resolución fue un ataque a la libertad del oficio.

El documento fue firmado por los directores de los medios más reconocidos de la época e incluía una salvedad: no podría interferir con la libertad de prensa en Colombia. Pero el dictamen se quedó en el papel. La decisión terminó en la invisibilización del conflicto, pues gran parte de las noticias de la década se omitieron o se eliminaron. Las primeras planas o las historias de los bandoleros como ‘Sangre Negra’ o ‘Chispas’ se quedaron en la memoria de quienes alcanzaron a leerlas.

Pieza creada por el equipo de la FLIP.

La crónica levanta vuelo

1967

Las escasas narraciones de una violencia que se quería lejana e invisible, empezaron a tomar forma con la crónica de Germán Castro Caycedo. El conflicto armado y sus protagonistas fueron epicentro de una reportería e investigación rigurosa, base de las crónicas de este periodista, quien fue referente para un género narrativo que nos acercó a un país pretendidamente ignorado.